5. Construcción de una red de metro ligero
En la difícil tarea de planeamiento de una red de metro ligero ha costado
cuatro estudios de viabilidad hasta la fecha. Los políticos conocen de las
ventajas que tiene el metro en una ciudad. Sin duda la más importante para
ellos es la repercusión y propaganda política.
A
sabiendas de lo mediático que es hablar de grandes proyectos en una ciudad, en
los últimos años han sido varios los políticos que se han llenado la boca con
proyectos en los que el metro era el gran protagonista. La realidad es que a
día de hoy aún no se ha concretado nada.
El primero en poner encima de la
mesa el proyecto de metro fue el ex alcalde Manuel Pérez. Básicamente
proponía un recorrido con un circuito circular que partiendo de la plaza de
América, pasara por la plaza de España, Urzáiz, Beiramar, Coruña y nuevamente
por la plaza de América. Ese recorrido se complementaba además con una conexión
a la playa pasando por Coya y otra conexión a la Universidad pasando por
Balaídos. Era un recorrido que iba la mayor parte del tiempo en superficie,
aunque en las zonas del casco
urbano se proyectaba que discurriera bajo tierra.
La firma ALSA se mostró interesada en el proyecto, por lo que en 1998
se ofreció a gestionar junto con Vitrasa una línea en la ciudad.
Como Vitrasa estaba obligada a asumir
la explotación del tranvía en Vigo, ALSA
se ofreció a acudir a una ampliación de capital de la empresa viguesa.
El por entonces director general de fondos comunitarios del ministerio de
Economía, Pascual Fernández, se
comprometió a apoyar el proyecto con fondos comunitarios del programa europeo
de ayudas al transporte.
La empresa Urbaser también mostró interés en el proyecto y se ofreció a
colaborar en la instalación del tendido ferroviario.
Llegaron las elecciones municipales y Manuel Pérez abandonó el Concello
cayendo el proyecto en el olvido.
El sucesor de Manuel Pérez en la alcaldía de Vigo fue Lois Pérez
Castrillo, que retoma el proyecto de metro con Carlos Príncipe como
delegado especial del Ayuntamiento para el seguimiento del metro. Éste junto al
conselleiro de Obras Públicas de la Xunta José Cuíña presentó un tren
ligero con varias líneas de un recorrido de unos 8 kilómetros. Sin embargo, en
2001, un informe de la universidad a petición de Tranvías Eléctricos deja en
evidencia el proyecto por su elevada dificultad técnica.
Imagen 5.1 Esquema del primer
estudio de metro (1998).
Varios años después, con Corina Porro en el Concello, desde la Xunta
y la Diputación parece que se quiere impulsar el proyecto de una vez por
todas con un segundo estudio.
En 2004 la Xunta de Galicia, en boca de Alberto Núñez Feijoo,
anunció un estudio del proyecto de metro subterráneo en Vigo. El por aquel
entonces conselleiro de Política Territorial encargó al director general de
Transportes de la Xunta el análisis de la viabilidad técnica y financiera del
proyecto.
La idea era la construcción de una línea de metro de cinco kilómetros de
distancia, con un 75% de sus recorrido enterrada y el resto en superficie.
Tendría 15 estaciones y el coste de la obra ascendería a unos 180 millones de
euros. Además se confiaba en conseguir que las ayudas europeas financiara un
60% del coste.
Además se buscaría que la obra coincidiera en el tiempo con las obras del
túnel de la salida sur ferroviaria para así ahorrar costes.
La Diputación de Pontevedra en la elaboración del Plan Estratégico
Provincial también hizo hincapié en la necesidad de construir infraestructuras
disuasorias que eliminaran coches del casco urbano vigués, ya que los técnicos
calcularon que en Vigo circulan cada día unos 250.000 coches.
Dentro de estas infraestructuras el metro subterráneo que llevaba
estudiando la Xunta juega un papel principal , aunque también se aborda la
creación de una red de trenes de cercanías y el refuerzo de los ferris en la
ría.
Con estas infraestructuras se busca promocionar el transporte público entre
los vigueses haciendo que todas ellas estén conectadas con un servicio
intermodal.
En
junio de 2005, en pleno periodo electoral, la Xunta de Galicia anunció la
intención de crear una línea de metro para Vigo con un funcionamiento previsto
para 2009. Proponía invertir unos 355 millones de euros financiados un 65% por
el gobierno gallego, el Estado, el ayuntamiento y fondos europeos. El resto
saldría de inversiones privadas.
Alberto Núñez Feijóo planteó una línea de metro con 13 estaciones cuyo
recorrido iría desde el puerto del Berbés pasando por la Estación Marítima y el
Arenal (este recorrido iría e superficie) hasta RENFE, plaza de España, Gran
Vía, A Salgueira, plaza de América, La Florida, La Bouza y Navia, ya de manera
subterránea. Serían ocho kilómetros de línea con 12 coches y una frecuencia de
seis minutos. Se permitiría conectar toda la ciudad en 17 minutos.
El proyecto guardaba también la posibilidad de crear otra línea que uniría
el Calvario con Pereiró pasando por Camelias y con una longitud de 5,3 km y una
inversión de 240 millones de euros.
En 2005 hubo elecciones autonómicas y un cambio de gobierno, con lo que el
proyecto de metro quedó un poco aparcado. Aun así, pocos meses después la nueva
conselleira de Política Territorial, Maria José Caride anunció que la
Xunta iba a estudiar la viabilidad del proyecto de metro, que estaría integrado
en una serie de estudios que analizaran la problemática de la movilidad en Vigo
y profundizar en un sistema metropolitano de transporte.
Se encargó un tercer estudio
para evaluar el aprovechamiento de la construcción de los túneles del AVE en
Vigo: el de la salida sur (1,3 kilómetros) hacia Porriño y Portugal y el de la
conexión con el puerto de Bouzas (8 kilómetros).
En los presupuestos del 2006 la Xunta destinó una partida de 200.000 euros
para la elaboración de un estudio técnico del metro. Los técnicos estimaron que
con esta infraestructura se podría retirar de las calles de Vigo un 30% del
tráfico actual.
En
2006 la Xunta anunció la licitación del estudio de viabilidad para la
construcción de una red de metro en Vigo como sistema alternativo de transporte
público.
La idea era aprovechar las obras del AVE en Vigo para construir una red de
metro ligero que en el futuro podría derivar en un sistema ferroviario
metropolitano de cercanías.
Imagen 5.2 Proyecto de metro
presentado para Vigo por la Xunta de Galicia en Junio de 2005.
El
estudio inicial planteaba una única línea que partiría de la estación de ría
(club náutico) y que iría por la costa hasta el nudo de Isaac Peral. Luego
subiría hasta la actual estación de Renfe para seguir por el centro hasta
Príncipe, la plaza de la Independencia, la plaza de América y por último a
Navia.
El rector de la Universidad de Vigo, Alberto Gago, solicitó a la
Xunta que incluyera un enlace a la ciudad universitaria en el proyecto de metro
para Vigo. Para ello argumentó que de crearse esa línea, tendría un potencial
enorme gracias al nuevo hospital y el Parque Tecnológico.
Poco a poco se fueron conociendo los primeros datos del estudio de la
Xunta.
En
2007 la Xunta anunció la intención de construir más de una línea de metro,
aunque en principio se contaría con dos.
La primera tendría una longitud de 8,7
km, de los que el 78,1% iría bajo tierra y el resto en superficie.
Tendría un total de 13 estaciones
(4 en superficie y 9 bajo tierra) que serían: O Berbés, estación de ría, sede de la Xunta, Areal (las cuatro en
superficie), Isaac Peral, Gran Vía-El Corte Inglés, Gran
Vía-Plaza de España, Gran Vía-A Salgueira, plaza de América, Florida, A Bouza y
Navia.
El
tiempo estimado del recorrido sería de 17 minutos y la frecuencia media
de 6 minutos. Para ello se contaría con 12 coches y un presupuesto de 356
millones de euros. Los talleres se ubicarían en Navia. El numero de
viajeros estimado sería de una media de 30.000
usuarios diarios.
La segunda línea sería de 5,3 km
e iría completamente bajo tierra. Tendría 10 estaciones que serían: Calvario,
estación de RENFE, Príncipe, Concello, Camelias, Torrecedeira, plaza de la
Industria, plaza de América, parque de Castrelos y Pereiró, con un
posible enlace al CUVI en el futuro. En definitiva un proyecto muy parecido al
presentado por Núñez Feijóo. Caride aseguró que en un plazo de cinco años se estarían
ejecutando las obras.
Imagen 5.3 Esquema del tercer
estudio de red de metro en Vigo (2007).
Declinada definitivamente la propuesta económicamente inasumible en los
tiempos actuales de contención del gasto público, las claves del cuarto proyecto de viabilidad que,
comenzó a principios del 2011, parten de los estudios previos donde se definirá
el plan de red del metro, con la posibilidad de una o más líneas en Vigo, y sus
conexiones con municipios próximos por ahora sin concretar. De ahí se pasará a
la selección de las líneas más importantes y al anteproyecto del estudio económico
y financiero, que aunque está sin cuantificar todo apunta a que será inferior a
los 447 millones planteados en el tercer estudio porque los soterramientos
serán “puntuales".
El cronograma establece que en 2011 estará listo el
plan de red del metro ligero y que en el último trimestre de 2012 se presentará
el anteproyecto de construcción además del estudio económico. De esta forma, la
decisión de iniciar la ejecución del metro ligero de Vigo quedará de nuevo a
expensas de lo que decida el nuevo ejecutivo autonómico. Desde la década de los
90 los conselleiros Cuiña, Feijóo, Caride y ahora Hernández, han presentado
propuestas anuladas por sus sucesores en Política Territorial.
Para abaratar costes, la Xunta se plantea comprar de forma conjunta los
coches para Vigo, Santiago y A Coruña, que tendrán un diseño común aunque
después se cambie el de la carrocería para identificarlos con su entorno
urbano.
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